domingo, 27 de noviembre de 2016

HASTA PRONTO


No es el fin del blog. Más bien su continuación en otro sitio. He abierto una página web que lo primero que aparece cuando entras es el blog de neurogestión. Tiene otras secciones, cursos, comentarios de libros, reflexiones... Algunas de esas secciones están en construcción pero otras funcionan bien, tienen contenido.
Agradecido a blogger que con su claridad y su amabilidad me permitió ir desarrollando este blog, Si queréis seguir el blog estamos en sergiocardonaherrero.wordpress.com

Hasta pronto.
Besos y abrazos

lunes, 19 de septiembre de 2016

¿DÓNDE ESTÁ EL CEREBRO DE LAS ORGANIZACIONES?

Esa fue la pregunta que me hicieron después de una charla sobre neuromanagement: "¿Dónde está el cerebro de las organizaciones?" Se me ocurrieron varias respuestas, pero ninguna adecuada al contexto. Me puse en plan "informático": "Defina cerebro". Al final llegué a la conclusión de que el cerebro de una organización es "lo que hace que la organización aprenda". La primera reacción es pensar en los CRM, big data, o los gabinetes de estudios que producen estudios muy interesantes que ayudan a tomar decisiones... Pero me parecía que eso respondía a quién estudia, no a quién o cómo se aprende en las organizaciones.
Así que empecé al revés. ¿Qué impide que se aprenda en las organizaciones? Eso es más fácil de responder. El uso indiscriminado del poder. Como diría Eduardo Punsset: "la utilización abyecta del poder". El poder por el mero hecho de causar miedo y, por lo tanto, obediencia ciega. El control desmedido, que sería una faceta del mal uso del poder. La ausencia de creatividad, la eliminación de ideas nuevas. Y, tomando una perspectiva más alejada, la ausencia de participación. Y, pero no necesariamente el último de esta lista provisional, la fe ciega en la tecnología, en la digitalización. Si todos los problemas se arreglan con digitalización qué hacemos los demás. El desprecio del "otro", del "diferente"....
Como me comentó el empleado de una gran empresa: "Eso aquí no se da, aunque sea frecuente".
Entonces cómo se aprende. Estoy seguro que un papel clave son las interacciones de las personas que "trabajan" en las organizaciones. Empleados, ejecutivos, técnicos, directivos, clientes, proveedores, accionistas, grupos de interés... Es en la comunicación entre las personas y los colectivos donde se absorbe y genera nueva información. La empresa que reduzca al mínimo las interacciones entre las personas estará en manos de el software, los modelos y los protocolos. Y no aprenderá casi nada.
Besos y abrazos.

domingo, 4 de septiembre de 2016

ATAQUES CONTRA ELOGIOS

Si te pregunto por un elogio de un jefe o jefa, de hace siete años. ¿Te acordarías de manera concreta? Salvo raras excepciones la respuesta será no. Pero si te pregunto por una bronca que te echaron, a lo peor delante de tus compañeros, hace siete años, o más... ¿Te acordarías de manera concreta? Creo que te acordarías con "pelos y señales". A mi, por lo menos me pasa.

Esta experiencia que es muy común, tiene una explicación cerebral (además de que tu superior jerárquico es de "amígdala fácil"). Según el Dr. Burnett un elogio provoca segregación de oxitocina, que se mantiene en sangre unos cinco minutos. Por el contrario, un ataque, una bronca, provoca que segreguemos cortisol que se mantendrá en la sangre unas dos horas. Pudiendo memorizarse y, además, cada vez que recordemos la bronca volveremos a empaparnos de cortisol (que, por si fuera poco, aumenta la glucosa).

Parece claro que es más fácil desmotivar que motivar. Un enfado, por muy justo que sea, deja una huella de humillación, difícil de borrar. Como jefe, líder, o lo que sea, debo de ser mucho más generoso con los elogios que con los ataques; si quiero que el cerebro del otro tenga alguna oportunidad de motivarse.

Bueno, como escuché a un participante en uno de mis cursos: "Un minuto para meter la pata, toda la vida para sacarla". Pues eso.
Besos y abrazos.

jueves, 18 de agosto de 2016

CEREBRO Y PROBLEMAS

Comenzamos una acción en una empresa y queremos que identifiquen problemas que tienen. Derivados de la razón que sea. Falta de medios, de información, cansancio... A casi nadie le agrada reconocer que hay problemas. Existe un refrán que dice: "Arda la casa, no salga humo". Tremendo. Es posible que no nos guste identificar problemas porque cabe la posibilidad alta de que formemos parte de sus causas. Estos días me aburro de escuchar a los políticos decir: "O formas parte del problema o formas parte de la solución". Ya no distinguen entre hablar y manipular. Perdón que me desvío del tema. Como han señalado muchos autores: "Por que formas parte del problema, formas parte de la solución". Mucho más lógico. Mejor buscar soluciones que encontrar falsos culpables.
Además de todas estas razones supongo que el cerebro añade parte de su cosecha. Alguien definió un problema (es verano y estoy un poco vago para buscar la fuente, pero era alguien de calidad total) como "un resultado que no se espera". Da igual que sea peor o mejor de lo esperado, lo que significa es que no ha estado bajo control el proceso. Nuestro cerebro está constantemente haciendo predicciones: desde cómo poner el pie para no lesionarnos, hasta cómo reaccionará ese amigo al que le pedimos dinero. Y no le gustan los problemas, confundirse es problemático, nos puede costar caro.
Para ayudar al cerebro aparecen dos sesgos de percepción de los que ya hemos hablado aquí: el de confirmación y el pensamiento ilusorio ("wishful thinking"). Percibimos con más intensidad aquellos hechos que coinciden con nuestras creencias y que nos "demuestran" que no nos hemos confundido. Eso hace que me crea más listo de lo que soy; me halaga. El segundo sesgo lo que hace es la interpretación más benigna (¿ilusa?) de algo que ha sucedido. Si alguien me dice algo que no me gusta, puedo pensar que está cansado o que no quiere decir eso... Si mi hijo saca un dos en un examen y en la siguiente convocatoria saca un cuatro, puedo pensar que va mejorando o que casi aprueba.
En esto de localizar problemas es posible que el cerebro colabore con reticencias.
¿Qué podemos hacer? Como dicen Dan y Chip Heath en "Decídete" (esta vez sí me he acordado) podemos nombrar, en nuestro cerebro, un "abogado del diablo" que trate de demostrar que estamos confundidos. O practicar el "Y si...". Y si resulta que la otra versión es cierta y estoy confundido. Pues eso, que tenemos un problema, pero, al menos lo sabemos.
Besos y abrazos.

domingo, 24 de julio de 2016

NEGOCIAR CON EL CEREBRO

Estos días estoy preparando material para un seminario sobre Negociación. En uno de los temas se habla del papel del cerebro, propio y ajeno, en la negociación. Hay mucho que contar , pero en una charla informal con participantes me preguntaron: ¿Qué debo de controlar en una negociación de mi cerebro? A veces me pongo "zen" en parte para señalar una paradoja, en parte porque sospecho que a mis alumnos les hace gracia ese tema. Así que la respuesta fue: "Tu punto fuerte es tu punto débil".

Si tu "lenguaje cerebral", son los datos y los números, si eres muy exacto, si eres de hemisferio izquierdo (cortical, quizás). Serás muy bueno a la hora de cerrar los acuerdos y establecer garantías. Pero en toda negociación hay un momento de caos. Los datos no son fiables y pueden cambiar y la información es parcial. Hay que reprimir esa sensación de engaño y estafa cuando los datos cambian.

Si eres de hemisferio izquierdo (límbico quizás) tu lenguaje son los procesos. Un imagen global y luego todo son etapas. Puedes negociar la planificación de la negociación, algo que es clave. Pero cambiar lo planificado forma parte de la naturaleza de la negociación. Si te atienes a una "hoja de ruta" puede que tengas razón, pero va a ser un obstáculo para la negociación.

Si no puedes evitar el comunicar, hemisferio derecho, límbico, tal vez (esto empieza a tomar tonillo de horóscopo) la comunicación es clave en la negociación... sobre todo el arte de preguntar y escuchar. Hay que controlar las ganas de hablar sin control. Puedes ofrecer demasiada información a cambio de nada.

Por último si eres extremadamente creativo, hemisferio derecho cortical, puedes ayudar a crear valor en una negociación. Algo fundamental, pero hay un momento en el que hay que cerrar los acuerdos y situarlos en el presente. Hay que reprimir esas ansias de vivir en el futuro.

Todos tenemos debilidades y fortalezas para negociar; lo dicho: "lo que te hace fuerte, te hace débil".

Besos y abrazos.

jueves, 7 de julio de 2016

LAS OPCIONES NO SE ELIGEN, SE RESTRINGEN

Estos días charlo con amigos (afortunadamente, con los amigos se charla y no se discute) sobre los ordenadores, robots, cerebro... Algunos de ellos trabajan con programas informáticos que predicen la conducta humana o, al menos, eso es lo que ellos dicen que hacen. Así que no pude evitar contarles mis problemas con un cajero automático.
Llegué con la idea de sacar cuarenta euros. Metí la tarjeta, tecleé la clave y apareció un mensaje debajo de las casillas para escribir la cantidad del reintegro: "Solo múltiplos de diez". Así que escribí: "40". El cajero "respondió": "Solo múltiplos de diez". Esta vez el mensaje estaba escrito en negrita. Supuse que solo tenía billetes de cincuenta euros, pero me apetecía tener cambio  y, además, no parecía contradecir nada. Una vez más tecleé: "40". esta vez la pantalla emitió un pitido y el mensaje no solo aparecía en negrita sino en un fondo rojo chillón: "Sólo múltiplos de diez". Pues seguimos el juego: "40". Esta vez la respuesta fueron tres opciones: 50, 100, 150 euros. Como necesitaba el dinero el cajero ganó la partida. Me fui refunfuñando (qué palabra) sobre el imbécil que había diseñado el programa y que estaría orgulloso de su programación "a prueba de errores". Y yo pensé que "las máquinas" no predecían mis necesidades, si no que las restringían y tenías que "pasar por el aro". Eso no es predecir la conducta... es forzarla.
Damasio lo explica con más elegancia en el artículo que recomendé en la entrada anterior. Pero qué vida más aburrida nos espera si todas las predicciones de los ordenadores van a ser de ese tipo.

Besos y abrazos.

domingo, 3 de julio de 2016

NO SOMOS ALGORITMOS...

http://www.huffingtonpost.es/antonio-damasio/vida-humana-en-algoritmos_b_10751794.html?utm_hp_ref=spain#

Por favor lean el artículo de Antonio Damasio  en el Huffington Post en España sobre los modelos humanos basados en algoritmos.

Besos y abrazos

lunes, 13 de junio de 2016

PENSAR EL PENSAR Y LOS PENSARES y 2


Podemos pensar sobre la manera en qué pensamos. Es fantástico, incluso podemos tener la seguridad de que existe un tipo de pensamiento del que no tenemos consciencia. Seguro que al final de la entrada echamos de menos alguna de las maneras en las que el cerebro piensa. No tengo vocación de exahustividad y menos en la entrada de un blog que debe ser, más o menos breve.
Tenemos muchas maneras de pensar, a pesar de que empleamos pocas. Tenemos a Kaheman y su diferencia entre pensamiento lento y rápido. Un pensamiento elaborado con conciencia y otro muy rápido, pero no especialmente exacto- Hay pensamiento consciente e inconsciente, diferencia en la que profundiza Richard E. Nisbett. Pensamiento racional y no racional, otra diferencia, en la que se nos señala que no confundamos no racional con irracional. Otra diferencia es la que se encuentra entre el pensamiento concentrado y el difuso. O los sombreros para pensar de de Bono, que planifican la ruta del pensar. No hemos de olvidar las inteligencias múltiples que tanto han ayudado a los profesores a reconocer a niños con capacidades distintas. Existe la red neuronal por defecto que la que se activa cuando no hacemos nada (creo que es la favorita de los defensores de la siesta). No quiero dejar de mencionar el focusing (algunos lo han traducido como pensar desde el cuerpo, se entiende que con la parte que no es el cerebro, claro) y su autor el filósofo y terapeuta Eugene Gendlin, otra técnica de los fundadores del focusing es "Thinking at the edge", en el que se mezcla el pensamiento racional con el corporal...
Dejemos fuera el pensamiento que nos surge cuando hacemos meditación o, como prefieren decir algunos, en un "estado alterado de la conciencia" (y eso que meditando no se toma nada).
Así que formas y maneras de pensar hay muchas. Habrá que estudiarlas para poder nuestra forma de pensar que, vistos los resultados, deja mucho que desear.
En fin cerremos la entrada del blog con una frase de Cervantes que escribía D. Quijote: "La razón de la sinrazón que a mi razón se hace, de tal manera que mi razón enflaquece..."
Besos y abrazos

martes, 31 de mayo de 2016

PENSAR EL PENSAR Y LOS PENSARES 1


¿Qué es lo que me lleva a pensar sobre el pensar? Tengo varias respuestas y todas ciertas e incompletas. También he diseñado e impartido un curso que se llama "Pensar Mejor", así que vengo muy influido por su contenido. Me preocupa lo poco y mal que se piensa en las organizaciones o en algunos colectivos que se entregan a "lo que dice la máquina o estaba en internet", entre los que hay muchos jóvenes y también muchos expertos. Pero también me preocupa, lo comenté de pasada en una de las entradas, que el tiempo de lectura no me deje tiempo para pensar. Siempre puedo correr el riesgo de "inventar la rueda", pero no quiero que mi pensamiento desaparezca de mi producción. También creo que he comentado la cantidad de libros que tienen el "síndrome de Google"; citas y más citas sin una aportación de la opinión del autor. Creo que he leído algunos experimentos, al menos, en cinco libros distintos. No me importa si es para hacer una nueva aportación, pero si es para quedarse en mismo sitio me molesta mucho.
Así que de estas preocupaciones viene la pregunta: "¿Cómo estamos pensando?" No sólo cómo piensa el cerebro, si no cuáles son nuestros hábitos de pensamiento. Cuando pregunto a algún ejecutivo cuánto tiempo invierte al día pensando, no sabe qué contestar. Alguno me dice que es capaz de hacer cosas  y tomar decisiones. "Soy multi task". Y trato de evitar poner la cara de "eso no te lo crees ni tú", pero no lo consigo del todo.
Existen métodos para pensar y lograr mejores resultados que los actuales (ya sé que no es difícil) y de ellos hablaremos en la siguiente entrada. Para terminar quería señalar algunos enemigos del pensamiento. Creo que el peor de ellos es tener prisa. Con prisas pensamos peor, ponemos "el piloto automático" y a confiar en que no pase nada especial que nos sorprenda. Las prisas son nefastas para mirar alrededor y ayudar a los otros. Así también perjudican el trabajo y el pensamiento en grupo. En este blog se ha hablado de los sesgos que nos provocan errores de percepción y, casi seguro de juicio. Y "por supuesto" las suposiciones que nos impiden cuestionar lo obvio, que es un "sitio" muy interesante de visitar cuando estamos pensando. La falta de sueño también tiene consecuencias nefastas sobre el pensamiento.
Para acabar con un poco de humor recuerdo muchas veces un profesor de matemáticas que tuvieron mis hijos y que con una frase "cervantina" les decía: "Don Pensé que y don Creí que son hijos de don Tonte que". Pues eso.

Besos y abrazos

sábado, 7 de mayo de 2016

CEREBRO E INCERTIDUMBRE

Crisis e incertidumbre son dos de las palabras que aparecen con mayor frecuencia en las charlas de gestión de empresas y otras organizaciones. Es un entorno tranquilizador porque a cualquier afirmación que hagas puedes añadir: "o no". Que para eso está la incertidumbre. En fin, bromas aparte habrá que tener la seguridad de que utilizamos la misma definición de incertidumbre, recurramos a nuestra querida RAE: "falta de seguridad, de confianza o de certeza sobre algo, especialmente cuando crea inquietud".
¿Cómo se presenta en las empresas y los profesionales el problema de la incertidumbre? Creo que se concreta en situaciones del tipo: no sé qué pasa o puede pasar; no sé cuál es el siguiente paso; no conozco los efectos de mi paso... Lo de antes no funciona o lo hace de manera diferente.
Supongo que el cerebro derecho se enfrenta a la incertidumbre:
  • Con menos desconcierto que el izquierdo
  • Es creativo, así que podrá improvisar y responder más deprisa
  • Es más abstracto y se mueve mejor en coordenadas de futuro
  • Comunica, construye en la interacción con los demás
  • Gestiona las contradicciones
Creo que el cerebro derecho está mejor dotado que el izquierdo para enfrentarse a la incertidumbre. Todo cerebro aporta su visión y creo que la oportunidad del izquierdo es encontrar puntos de referencia en medio de la incertidumbre.
El cerebro izquierdo ante la incertidumbre:
  • No hay procesos, no se conoce el paso siguiente
  • Pone hitos que, al menos temporalmente, pueden servir de referencia
  • Sigue aplicando la tecnología
  • El control y la sensación del mismo disminuyen mucho
Debemos reivindicar el papel de ambos cerebros ante situaciones tan complejas como las que producen incertidumbre. Es el lóbulo frontal izquierdo el que trata de controlar los sentimientos y respuestas inadecuadas ante situaciones complejas. Me temo que en los próximos años va a tener mucho trabajo.
Besos y abrazos

sábado, 30 de abril de 2016

GRACIAS DR. BURNETT

Me he encontrado con unos libros tan buenos sobre el cerebro que no hago más que leer y "no tengo tiempo para pensar". Les confieso que hacía mucho que no me divertía y aprendía tanto con un libro sobre el cerebro. Corran a comprar "El Cerebro Idiota", del Dr. Dean Burnett,  Editorial Planeta. Arranca con el tono digno de un monologista, sin frenos con la diversión y con múltiples posibilidades de desarrollo del libro. Después baja el ritmo de las "bromas" y te das cuenta de que el autor sabe de qué está hablando. Es profesor en la Universidad de Cardiff y realizó su tesis doctoral sobre la memoria y el hipocampo. 
Pero toca unos temas que siempre están ahí, en torno a la gran pregunta: "¿Quién soy?" La personalidad, la inteligencia, el miedo, la enfermedad mental, la conciencia, la memoria (y el vino). Hace pequeñas disgresiones, y me sonrío  al recordar algunas, que amenizan mucho el libro, pero que no le desvían de su ruta.
Muchas gracias, Dr. Dean Burnett, por aumentar nuestro conocimiento sobre el cerebro y nuestros niveles de serotonina.
Besos y abrazos

miércoles, 13 de abril de 2016

GRACIAS DOCTOR SIGMAN


Supongo que hay un síndrome, al escribir un libro, al que podríamos llamar "copiar y pegar". He leído varios libros sobre el cerebro de los que no he escrito ninguna referencia porque no he encontrado una idea idea original. Todo son referencias de otros libros, artículos, experimentos... y todos repetidos. Será el efecto "Google". Así que fue una alegría que me regalaran "La Vida Secreta de la Mente" del doctor Mariano Sigman, Ed. Debate. Dentro de la tradición de los neurólogos que no se ciñen al cerebro si no que arriesgan al vincular los procesos cerebrales a temas individuales, grupales o sociales. Eso tiene sus riesgos, pero es un regalo tener una otra perspectiva. 
El libro comienza con eso que algunos poetas hacen equivaler a la "patria", es decir, la infancia. No es un tema muy habitual de los temas de divulgación del cerebro. También toca temas como la identidad, la creación de opiniones o de hábitos. Toca ese tema tan  inquietante (y cotidiano) de la realidad como una reconstrucción cerebral. Y, en la última parte, el espinoso tema de la conciencia.
El libro es ameno, interesante y riguroso. Ofrece muchos ejemplos, en algunos casos vinculados a otros temas como la computación y las explicaciones son muy inteligibles. 
También cita  a muchos científicos con los que ha colaborado y comenta sus descubrimientos. 
Un libro muy recomendable para los que quieren profundizar en el cerebro. También se puede disfrutar de la inteligencia del doctor Sigman en las conferencias TED. 
Besos y abrazos

sábado, 26 de marzo de 2016

DELEGACIÓN Y CEREBRO

En España se comienzan o escuchar voces sobre la necesidad de racionalizar los horarios. Poco a poco muchas personas comienzan a cuestionarse eso que llaman "media jornada": "de nueve a nueve". Doce horas para el cuerpo. A veces envuelto en una actitud de hiperresponsabilidad, otras veces por el miedo a que el otro falle... el caso es que delegar cuesta mucho. En mi experiencia como coach me encuentro con personas que fingen una salud de hierro, pero que en las sesiones "confiesan" que arrastran cansancio crónico, pena por no estar más con su pareja, más pena por no tener pareja, dolor por no estar más con los hijos... Un sufrimiento que parecería fuera de lugar en un lugar de trabajo, pero que es bastante frecuente. 
Muchas veces se comenta sobre la dificultad de delegar. Me molesta bastante cuando el profesional no tiene en quien delegar y tiene una carga de trabajo permanente y excesiva y su jefe le dice aquello tan molesto de "organízate mejor". 
Suponiendo que la delegación fuera la solución en un país como España que tiene cinco millones de desempleados podemos hacer una reflexión sobre delegación y cerebro.
Como coach creo que me encuentro con que las personas de dominancia izquierda tienen más dificultades para delegar. Sus dos lenguajes cerebrales: datos y procesos, no se lo ponen fácil. El que delega pierde, a veces, el control inmediato de los datos y el proceso en un momento determinado. Si delego es para obtener iguales o mejores resultados y, además, el desarrollo profesional de la persona en la que delego. Esa persona tiene que recibir una autoridad, un poder, si se prefiere, para ejercer la delegación. Una delegación sin margen de maniobra no es una delegación, es una orden. El hemisferio izquierdo maneja datos y procesos, "baja hasta la última coma" y no le gustan mucho las sorpresas. Se resiste a delegar.
El hemisferio derecho es más "despistado". Delega de manera más caótica y deja más margen de libertad, lo que es bueno para el delegado. Admite que pueden obtenerse resultados buenos con métodos distintos. Le es más sencillo delegar y experimentar esa pérdida de control que puede tenerse en la delegación.
Por cierto que uno puede delegar sobre sí mismo cuando decide posponer una tarea, hacerla de otra manera o,si es posible, eliminarla.
No creo que la delegación sea la única solución para los horarios laborales extendidos que tenemos, pero es una forma de repartir el trabajo.
Besos y abrazos.

domingo, 13 de marzo de 2016

ENTORNO, CEREBRO Y LIDERAZGO



Cuando me piden una charla sobre neuromanagement y liderazgo casi siempre me dicen algo parecido a: "cómo manda el cerebro por delante de la persona". Y es correcto que la parte no racional de cerebro va por delante de la parte que tiene auto conciencia, que es capaz de pensar conscientemente.
El cerebro condiciona totalmente las decisiones que creemos tomar nosotros mismos: es algo que escucho constantemente a los pocos neurólogos que quieren hablar del tema del liderazgo. Pero como diría mi profesor, Luis Martín Santos, "¿Quién condiciona al condicionador?" 
Sin duda que los cuatro lenguajes cerebrales son importantes para entender la manera en la que se dan y reciben órdenes o  se toman decisiones. Tenemos la "ceguera parcial" de centrar el liderazgo en el líder. Cómo debe ser un líder. Por lo pronto cada equipo debería tener, como mínimo dos o tres líderes: el líder técnico, el socio - emocional, el líder complementario al técnico. El que buscas para solucionar un problema, el que buscas para un consejo o una charla y el que resuelve los problemas de una manera distinta (y a veces contraria) al líder técnico. De estos temas saben mucho, desde hace años, los expertos en equipos. 
Hay un tema que me llama la atención, sobre todo lo he observado en grandes empresas y es crear un entorno, seamos compasivos y digamos, artificial. La gente se mueve de una manera poco natural. Por eso es importante no sólo señalar al cerebro sino al entorno en el que se encuentra ese cerebro, como responsable de lo que sucede. En estos casos me acuerdo de las tres condiciones que Carl Rogers  "descubrió" para que la terapia funcione: autenticidad, aceptación incondicional y empatía. Sin querer caer en la tragedia, sí que considero que en la mayoría de los centros de trabajo estas condiciones brillan por su ausencia. Sin la autenticidad el cerebro "sufre" mucho. Si tengo que estar reprimiendo mi creatividad o trabajar con un lenguaje cerebral que no es el mío los resultados no van a ser buenos y el funcionamiento de mi cerebro no va a ser óptimo. Y no será un tema de cerebro, si no de entorno.
Por otra parte cuando hablamos de liderazgo a la mayoría se nos va la cabeza hacia la persona que decide y da órdenes. Pero habría que tener en cuenta dos matices importantes: el liderazgo también implica servicio, estar a disposición de personas y equipo. Y, segundo matiz, cada   componente del equipo debe poder aplicar su liderazgo (o al menos una parte de él), de no ser así el equipo estará perdiendo mucho potencial y talento.
Besos y abrazos.

martes, 23 de febrero de 2016

ENFERMEDADES PSICOSOMÁTICAS


La imagen es de un cementerio, por si la enfermedad no era tan imaginaria.
Estoy leyendo "Todo está en tu cabeza" de Suzanne O´Sullivan, especialista en neurología en un hospital de Londres. De la editorial Ariel, 2016. Lo tomé con precauciones (todas las precauciones que puedas tener al comprar un libro por internet, que son pocas, en este caso no se podía hojear); El título me parecía un poco exagerado, pero el subtítulo animaba un poco más: Historias reales de enfermedades imaginarias. Está muy bien escrito y traducido. Tiene un ritmo rápido y la doctora es capaz de transmitir cierta compasión por sus pacientes; algo muy de agradecer. Habla de sus éxitos y también de sus errores, fracasos y sorpresas al tratar con pacientes a los que las pruebas médicas no revelan enfermedad alguna.
Creía, feliz en mi ignorancia, que las enfermedades imaginarias no existían. Es decir, crees que las tienes, pero no las tienes. La primera sorpresa es que son reales, es decir, te duelen, molestan y, en bastantes casos te incapacitan temporal o permanentemente. Aunque la enfermedad oficialmente no exista, eso no significa que el paciente no la sufra, ni padezca.
Muchas personas son acusadas de hipocondríacos, cuando no de histéricos porque tienen enfermedades que no genera su cuerpo, pero sí su mente.
Creo que es en el libro de Ramachandran, "Fantasmas en el cerebro", en donde se describe el caso de varios transexuales con embarazos histéricos que llegaban a producir leche en sus mamas. Tal es el poder del convencimiento. Lamento no recordar cómo era el proceso. Por cierto, podían volver a publicar el libro.
En el libro de la doctora O´Sullivan se comenta la importancia de los familiares cercanos a este tipo de enfermos. Estos familiares (algunos los llaman coenfermos a los que cuidan a grandes enfermos porque llegan a desarrollar los mismos hábitos que los enfermos) pueden llegar a dificultad el tratamiento por el hecho de negarse a admitir que la "enfermedad no es real" si no fabricada por el cerebro.
Las historias que cuenta el libro nos remiten, inevitablemente a las del doctor Oliver Sacks, pero la autora tiene su propio estilo y forma de contar las historias. Muy bueno también.
Recomendar el libro a los médicos que tratan con pacientes. Muchas veces los someten a una tortura de pruebas o de desprecio porque han hecho un primer diagnóstico del que se niegan a apearse. Ese orgullo complica el diagnóstico correcto y, por lo tanto, la curación del enfermo, de ser posible. Es un error humanos, pero lo pagan otros humanos.
Como casi siempre una actitud humilde y de aprendizaje nos hace más humanos y mejores profesionales.
Besos y abrazos.

martes, 2 de febrero de 2016

CEREBRO Y DIVERSIDAD

Una empresa me pide unas reflexiones sobre cerebro y diversidad. Encantado pero asustado. Sobre todo porque pertenezco a la "clase dominante", hombre y blanco. Aunque también comparto otros rasgos que me traen dificultades: edad y gordo. Así que espero no decir nada raro sobre el tema.
Se refieren a una diversidad en su sentido más amplio de género, movilidad reducida, diferentes capacidades, razas (que raro me suena esta expresión)...
Lo primero que he de decir es que, por desgracia, al cerebro no le gusta lo que es diferente. La diversidad le asusta, le dispara la amígdala. Creo que ya he comentado en este blog un experimento en el que a hombres blancos les enseñan fotos de blancos mezcladas con negros. La aparición de los rostros negros les disparaban los latidos, las amígdalas y otros tipos de defensa. Pero cuando la cara negra era de un actor conocido, Denzel Washington, las alarmas no se disparaban. También sucedía cuando eran negros los que veían las fotos, pero al revés. (Lo siento, no localizo al autor del experimento).
El cerebro utiliza de los sesgos para formar decisiones, son atajos que, en muchas ocasiones, nos llevan a sitios erróneos. Lo típico son los estereotipos. Como soy español, cuando me reúno con colegas extranjeros, dan por supuesto que llegaré tarde. Lo que no impide que yo tenga mis propios estereotipos sobre ellos. Es más preocupante el sesgo de confirmación, a través del cual solo tomo nota de aquellos datos que confirman mis opiniones. Si una persona que me cae mal llega tarde mi cerebro toma conciencia de ese error, pero si llega  a su hora o antes mi cerebro no registra nada o, al menos, no parece recordarlo.
Aunque hay varios sesgos vinculados a la diversidad el que más me preocupa es la profecía que se auto cumple. Si creo que alguien va a hacer mal un trabajo ya le mandaré uno difícil o cuyas circunstancias sean complicadas. De manera que lo hará mal y la profecía se cumplirá. Si esta persona hace el trabajo bien pondré en marcha el sesgo de atribución y pensaré que lo ha hecho bien porque ha tenido suerte. No le dejaré escapatoria alguna.
Es este caso el cerebro no ayuda, en especial cuando lo ponemos en "modo automático" y no tomamos conciencia de lo falsas que pueden ser nuestras opiniones.
Podemos hacer cosas para frenar esta tendencia del cerebro a sobresaltarse por lo diferente. Afortunadamente el cerebro también es curioso y le gusta probar.
Seamos honestos y no juguemos una partida con las cartas marcadas, aunque no sea conscientemente.
Besos y abrazos.

miércoles, 20 de enero de 2016

EL CEREBRO ESPIRITUAL POR FRANCISCO RUBIA


Muchos neurólogos acaban encontrándose con el tema de Dios entre los vericuetos del cerebro. Confieso que es un tema que me da algo de apuro. Siempre he pensado que la espiritualidad y la religión y las creencias sobrenaturales debían ser un tema privado. Y de tratarlo con otras personas, hacerlo desde el pudor y el respeto (estoy por añadir y la compasión hacia todos).
No es la primera vez que el profesor Rubia  trata este tema. Es este caso sostiene que el mundo espiritual es una invención o reconstrucción del cerebro. Incluso habla de la necesidad de inventar palabras nuevas que recojan el fenómeno. Una de ellas sería "espiriteria", el espíritu recreado desde la materia y más en concreto sobre el cerebro. Otra palabra sería enteógena, como aquellas sustancias que son capaces de crear la sensación de trascendencia en el cerebro.
Lo que más me atrae del libro es su tono pausado y la erudición desde la que escribe. Filósofos, pasajes de la Biblia, neurólogos... Desde una perspectiva muy amplia y variada nos hace recorrer el tema de la creación espiritual del cerebro. Me recuerda a la "Antropología del Cerebro" de Roger Bartra por el tono y la sabiduría desde el que está escrito.
Muy recomendable aunque crea en el Dios que fabrica su cerebro.
Francisco J. Rubia. "El Cerebro Espiritual". Fragmenta Editorial. Barcelona 2015
Besos y abrazos

jueves, 14 de enero de 2016

CÓMO PENSAR MEJOR

Uno de los retos que tenemos es ayudar a los estudiantes a pensar mejor o, lo que es algo parecido, a utilizar mejor el cerebro. Cuando veo a mis alumnos volcados sobre los ordenadores y recorriendo internet siento una cierta desazón y fatiga. Es como si confiaran en la muleta más que en su pierna, aunque la muleta es una ayuda excelente... cuando sabes dónde quieres ir. A veces les hago cerrar el ordenador en clase (durante una hora), pero confieso que se pone el aula al borde de una "guerra civil".
Una de las maneras de mejorar nuestra forma de pensar es abordar un tema o un problema pasando de usar un pensamiento enfocado a un pensamiento difuso. De un pensamiento más consciente a un forma de pensar no consciente (pero tampoco exactamente inconsciente). Trato de convencer a mis alumnos (con poco éxito, creo) de que hagan meditación y "suspendan" su "alteración" (que diría Ortega en un artículo muy recomendable: "Ensimismamiento y Alteración"). Que dejen el pensamiento vagar mientras descansan.
Otra manera de plantearlo es que "accedan" a su Red Neuronal por Defecto. Es decir que dejen que se activen esas partes del cerebro que trabajan mientras no hacemos nada en concreto. Un autor francés, Vivier,  sostiene que el cerebro límbico es  como un periódico completo, mientras que al cerebro cortical le llegan algunos de los titulares y, en el mejor de los casos, algunas frases de los artículos. Si no hacemos nada parece que las conexiones entre la parte límbica y la cortical permiten el paso de más información. Es complicado convencer a los alumnos actuales de que dejen de saltar de página web a página web como si fueran monos frenéticos y que confíen en su cerebro. Deben utilizar internet para investigar, claro, pero también su cerebro para añadir algo más. Decía J. P. Sartre que "unos es lo que él hace con lo que los demás han hecho de él". Si aplicamos esta frase a la manera de pensar de algunos, parece que no son nada, porque no añaden nada. Pasan de la acumulación a la crítica, sin detenerse en la reflexión ya sea enfocada o difusa.
Esperemos que descubran el placer de meditar, pensar o estar ensimismados.
Besos  y abrazos.